Cada situación que se nos presenta, la analizamos con la óptica de los intereses y la estrategia del negocio. En cada caso analizamos la organización, su estructura, sus procesos, y los sistemas de información que la forman. Buscamos enunciar con detalle el problema que nos presentan con el propósito de descubrir sus posibles causas. Para verificarlas, desarrollamos modelos que nos permitan contrastar nuestros supuestos con la realidad del mercado.

Definido el problema y sus causas sugerimos y consensuamos con nuestros clientes el o los planes de acción a tomar. Establecemos prioridades, definimos objetivos y acordando con ellos el alcance de cada uno. En este punto evaluamos los recursos existentes y los adicionales que se necesiten. Acordamos un presupuesto y definimos indicadores de gestión para medir los resultados y la evolución del trabajo. De no llegar a un acuerdo, repetimos el ciclo en busca de otras alternativas.

Decidido un plan de acción trabajamos en la identificación de cualquier riesgo asociado que pueda atentar contra el éxito del proyecto. Anticipamos problemas, estudiamos la eventual gravedad de sus efectos sobre el caso. Definimos la probabilidad de ocurrencia asociada a cada escenario en tres niveles básicos (alto, medio, bajo). Acordamos los programas de trabajo para cada acción contingente y definimos el impacto presupuestario que eventualmente generarían.

Decidido el curso de acción, planeamos y organizamos proyectos de mejora de corto, mediano y/o largo plazo. Nos ocupamos del armado de los equipos de trabajo con personal de nuestro cliente y profesionales del estudio. Trabajamos en la coordinación y asignación de tareas y definimos tiempos a cada etapa. Definimos y monitoreamos indicadores de desempeño mostrando resultados periódicos de evolución